Se denomina así al motor que transforma la energía térmica en energía mecánica mediante la combustión de una mezcla de aire y carburante que se quema interiormente generando un trabajo mecánico.
Los motores térmicos de combustión interna empleados en automoción deben reunir una serie de cualidades:
- Buen rendimiento, es decir, que transforme en trabajo buena parte de la energía que produce la combustión.
- Bajo consumo con relación a su potencia.
- Gases de escape poco contaminantes.
- Fiabilidad y durabilidad.
- Bajo coste de fabricación y mantenimiento.
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